Algunos piensan que es una ficción muy femenina, pero se equivocan, si bien es verdad que la romántica historia puede enganchar más a este género, no tiene que ahuyentar a ningún otro interesado.
La adaptación de Starz y Ronald D. Moore de las novelas de Diana Gabaldon fue uno de los estrenos más destacados en Estados Unidos a lo largo de los meses veraniegos.
La serie, que contará con segunda temporada, narra la historia de Claire Randall, una enfermera de la Segunda Guerra Mundial que será protagonista de un viaje en el tiempo que la trasladará a la Escocia de 1743, donde conocerá al soldado Jaime.
Al seguir el género romántico de la obra original, es cierto que tiene esos toques de amor, sexo y conquista. Pero hay que hacer una lectura más allá de este hecho, puesto que la historia tiene más capas, y ofrece aventuras, acción, violencia e intrigas. Outlander tiene un aura erótico-romántica, pero en su interior muestra algo más que consigue atrapar al espectador.
La serie ofrece buenas escenas de acción, una factura técnica y vestuario impecables, y unos protagonistas y secundarios muy creíbles, que harán que la audiencia quiera seguir con esa historia que les traslada a la vieja Escocia.
Su protagonista, Claire, es magnética, y Sam Heughan aguanta en su papel de ser el chico deseado de la serie, demostrando que no solo está para lucir cuerpazo.
Outlander poco a poco ha ido creciendo y ya ha contado con un episodio, “The Wedding”, que ha salido en más de un top de los mejores capítulos del año.
Es cierto que estamos ante una serie para los amantes del género de época y romanticismo, pero por ello, el producto no debe degradarse, porque cumple, y con buena nota.