El Derecho al Olvido de Google está reavivando de nuevo el eterno debate de por qué es bueno estar en la red de redes. Y es que, como dice el dicho, si no estás en la Red, no eres nadie.
¿Cuántas veces te has quedado sin saber de qué hablan tus amigos porque no tienes Twitter? ¿Te imaginas que tu peluquería más cercana no tuviese su espacio en Internet para que pudieses concertar cita? Si el mismísimo Presidente del Gobierno
se preocupa por su imagen social, ¿por qué tú no?
Estamos ante una revolución tecnológica imparable. Ya podemos salir de casa únicamente con nuestro teléfono y con ese pequeño dispositivo podemos pagar en el supermercado, el ticket del coche o incluso localizar a nuestros amigos.
Pasamos más tiempo hablando por WhatsApp con nuestro entorno que estando con ellos físicamente, y es que hemos llegado al extremo de vivir la vida a través de una pantalla: la del móvil, la del ordenador, la tablet, la televisión... E incluso dentro de muy poco, la de la luna del coche.
Ese cristal que ha cambiado nuestras vidas ha elevado la comunicación a un estadio global, donde quien se mantiene al margen queda sesgado del criterio de relevancia para demasiados quehaceres de nuestra rutinaria vida. ¿Qué sería de un periodista sin su Twitter o incluso de un músico sin su Vine?
Las
empresas parecen tenerlo más claro y tres de cada cuatro cuentan con, al menos, un 5% de gastos de publicidad en la Red, algo que contrarresta con la
escasa formación tecnológica que dan a sus empleados.
Si éste es tu caso y quieres iniciarte, o reinventarte, en el mundo 2.0,
en páginas como Strato.es encontrarás las pautas para hacer crecer tu reputación online, tu negocio o incluso evitarte más de un quebradero de cabeza.
Si aún no tienes web o lo ves demasiado complicado, déjate guiar por profesionales expertos que harán de tu ingenuidad tecnológica las delicias de tus futuros clientes, o followers, según se mire.