Apenas unas horas ha tardado Israel en resarcirse y volver a imponer duras represalias a Palestina. Desde que ayer por la tarde se encontraran los cadáveres de los tres estudiantes judíos desaparecidos en Cisjordania.
Nada más conocerse el hallazgo de los cuerpos, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reunió a su gabinete de seguridad para decidir la respuesta y advirtió a Hamás que pagaría por lo sucedido. "Fueron secuestrados y asesinados a sangre fría por animales (...). Hamás es responsable y Hamás va a pagar", declaró Netanyahu.
Pocas horas después, el Ejército israelí había tomado al asalto la ciudad de Hebrón y bombardeaba durante toda la madrugada decenas de puntos de la Franja de Gaza.
Esta intensa operación militar emprendida para hallar a los responsables del secuestro y asesinato de los jóvenes se ha cobrado ya la vida de un joven palestino. Según fuentes militares, los soldados respondieron con fuego contra la víctima, un adolescente de 16 años, cuando supuestamente se disponía a lanzarles una granada en el distrito cisjordano de Hebrón.
Además, otras tres personas fueron detenidas en el operativo nocturno, que se centró en las viviendas de Amer Abu Aysha, de 33 años, y Marwan Kawasme, de 29 años, dos supuestos miembros de Hamás a los que Israel culpa de la desaparición y muerte de los estudiantes.
Según medios de prensa israelíes, las tropas demolieron anoche parte de la vivienda de Abu Eysha, en el norte de Hebrón, en su afán de hallar armas y pistas que conduzcan al arresto de ambos. Igualmente, registraron la casa de la familia Kawasme, uno de los clanes más grandes de Cisjordania, donde cerca de un centenar de personas se enfrentaron a las tropas israelíes, que usaron gases lacrimógenos y no dudaron en disparar para hacer frente al lanzamiento de piedras y otros objetos.
Los incidentes se reprodujeron al amanecer en el área de Halhul, en el norte de Hebrón, cerca del lugar donde se hallaron los cuerpos y también de donde desaparecieron el 12 de junio Eyal Yifrah, de 19 años, y de Gilad Shaar y Naftali Fraenkel, de 16, los estudiantes israelíes muertos.