Los suizos rechazan en referéndum y por una amplia mayoría la instauración de un salario mínimo legal de 4.000 francos (3.270 euros) o 22 francos la hora (18 euros), según proyecciones de voto ofrecidas por la Televisión Pública Suiza (SRF).
Y es que aunque cada vez gana más espacio en el debate público el aumento de la desigualdad salarial y social en el país, los suizos son reacios a pedir al Estado que regule cuánto debe ganar un trabajador y a imponer una decisión de ese tipo a los pequeños y medianos empresarios, que generan dos de cada tres empleos en Suiza y las organizaciones patronales helvéticas se oponían a la propuesta con el argumento de que una subida del salario mínimo restaría competitividad a Suiza y provocaría reducciones de plantilla.
Y lo han conseguido. Así el 77% de los votantes votó en contra de la propuesta patrocinada por los sindicatos y apoyada por el Partido Socialista y Verde y que pretendía ser una forma de contrarrestar la creciente desigualdad salarial en uno de los países más caros del mundo.
La Federación Sindical Suiza (SGB) ya ha expresado ya su decepción por el resultado, ya que el rechazo a la propuesta es aún mayor de lo pronosticado por las encuestas.