Investigadores del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, han conseguido demostrar que la molécula MMP-10 es capaz de disolver los trombos causados por el ictus.
Esta molécula es tan eficaz como el tratamiento convencional a la hora de reducir el infarto, con un riesgo de sangrado 30 veces menor.
Esto ha hecho que se creen nuevas perspectivas terapéuticas para los pacientes con ictus. Ahora las investigaciones se encaminan a analizar si la combinación de esta molécula con dosis reducidas del fármaco utilizado convencionalmente, consigue el mismo efecto pero con menos complicaciones hemorrágicas.
El ictus es una enfermedad vascular, la cual está causada por la aparición de un coágulo en una arteria principal del cerebro, que impide el flujo sanguíneo y provoca de forma súbita una lesión cerebral.
Dependiendo del área del cerebro que afecte, pueden producir diferentes síntomas, como dificultad para andar, mareo, pérdida de equilibrio o coordinación, parálisis de una extremidad y problemas del habla o del lenguaje.
Solo en España la mortalidad relacionada con esta enfermedad está en un 27 % en los varones, mientras que en las mujeres alcanza un 31 %.