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La unanimidad la hizo posible Rouco Varela

Jueves 16 de octubre de 2014

El arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha logrado poner de acuerdo a partidos tan dispares como UPyD, el PNV, CiU y el PP vasco. Todos, sin excepción, se han lanzado en tromba para criticar con dureza su homilía en el funeral de Estado del expresidente Suárez.



Varela aprovechó la misa para animar a las autoridades presentes en el funeral a seguir el ejemplo de Suárez para garantizar la concordia de los españoles "y sus comunidades históricas" y superar las actitudes que "pueden causar" una guerra civil.

Esa referencia a uno de los episodios más negros de la historia de España han tenido rápida respuesta por parte de todos los partidos e incluso ha encontrado reproches por parte de los católicos. 

Hasta el PP vasco ha reprochado a Rouco Varela su discurso. Su portavoz, Laura Garrido, ha recordado que la democracia española "para nada" está cuestionada y que ha proporcionado estabilidad en los ámbitos político, institucional, económico y social. Garrido ha destacado la necesidad de buscar el consenso y el acuerdo en la vida política pese a que "determinadas actitudes" de "otros" lo hagan difícil.

Urkullu: Rouco "sembró estupor e indignación"

El lehendakari, Iñigo Urkullu, considera que Rouco Varela "desdeña la democracia basada en la voluntad de las personas y los pueblos" y ha ahondado en que el cardenal "sembró el estupor y la indignación con la referencia a las 'comunidades históricas' y su mención a la reconciliación y la Guerra Civil con los hechos y actitudes que 'la puedan causar'".

Urkullu considera que la "Transición no quedó bien cerrada como muestran las palabras del Arzobispo de Madrid, que tiene un concepto de los ámbitos de la religión y la política no superados desde aquel tiempo" y que "desdeña la democracia basada en la voluntad de las personas y los pueblos" y ha recordado que "todavía cientos de víctimas del franquismo están enterradas en las cunetas vascas esperando verdad, memoria, dignidad y justicia".

El diputado del PNV Emilio Olabarría ha preferido menospreciar la relevancia que hoy en día tiene Rouco Varela en la sociedad española y ha desvelado que "desconectó transitoriamente durante la homilía" de Rouco y que se enteró luego por la radio de lo que había dicho. 

A su juicio, era "esperable que un personaje con una personalidad como la de Rouco acabara su mandato con una frase espectacular, de este tenor". Las palabras de Rouco "serían desafortunadas si hubieran sido comentadas por alguien relevante, pero puesto que Rouco carece de relevancia alguna no les doy mayor consideración y espero que nadie le dé mayor relevancia", ha añadido.

Una de las más duras con las palabras del cardenal ha sido la líder de UPyD, Rosa Díez, que ha tachado de "absolutamente impresentable" la homilía y de "completamente impropia" de un funeral de Estado que, a su juicio, "merecía un rigor, una seriedad y un respeto" que no se cumplió.

"Son esas cosas que uno tiene que borrar de nuestra realidad política", ha subrayado Díez. No obstante, se puede hacer un funeral de Estado "siendo respetuoso" con todas las personas que asisten y también con el fallecido, "cosa que ayer no se produjo", ha recalcado Rosa Díez.

Mientras, el portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Pere Macías, ha asegurado que Rouco Varela "justifica de alguna manera" el golpe de 1936 que desembocó en la Guerra Civil, "un levantamiento ilegal y sedicioso de unos militares fascistas" y ha criticado que el cardenal "quiera reinterpretar la historia".

También, el portavoz parlamentario de ERC, Alfred Bosch, ha considerado que, desde el punto de vista personal y "como persona educada en la tradición cristiana", le pareció "muy poco cristiano" que Rouco invocara la guerra y "el espectro de una guerra". 

Desde el punto de vista político, ha señalado que no le preocupan las palabras del arzobispo de Madrid, sino que lo que le inquietaría es que "la definición de diálogo en el diccionario del PP fuera un sermón de Rouco Varela".


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