El grupo de las siete principales potencias económicas del mundo (G-7) ya preparan una cumbre alternativa sin Rusia en julio, cuando estaba prevista que se celebrara en la ciudad rusa de Sochi la reunión del G-8.
Se trata de la "primera sanción política" del grupo tras la ofensiva de Moscú para anexionarse la región ucraniana de Crimea, según ha informado el semanario alemán 'Der Spiegel'.
Reino Unido ya habría propuesto celebrar la cumbre en Londres, según fuentes gubernamentales alemanas citadas por esta publicación. Representantes británicos se reunieron con sus pares de Estados Unidos, Alemania, Japón, Canadá, Italia y Francia para trasladarles la propuesta.
Alemania, la gran opositora
Sin embargo, este movimiento que aislaría a Rusia en la arena política internacional no vendría secundado por el Gobierno alemán en el plano bilateral.
Las fuentes consultadas afirman que Berlín no cancelará la cumbre ruso-germana prevista para abril en la ciudad alemana de Leipzig y aventuran que estos encuentros podrían verse reducidos, a lo máximo, a un "formato congelado pequeño". "En las circunstancias actuales no tendría sentido" cancelarlo, opinan.
En Alemania, la escalada de las tensiones diplomáticas con Rusia se aprecia con creciente preocupación debido a los estrechos lazos económicos y comerciales, que no se acotan al suministro energético, y han reclamado al Gobierno de la canciller Angela Merkel que desestime cualquier tipo de "medida punitiva" contra Rusia.
Rusia y Ucrania despliegan sus fuerzas
El Ejército ucraniano ha desplegado tropas y aviones en la región del istmo de Arbatskaya, uno de los escasos vínculos por tierra que unen la península de Crimea con el resto de Ucrania, ante el desembarco de tropas rusas en la zona.
El Servicio de Fronteras ucraniano ha informado de que los militares han adoptado posiciones defensivas en el istmo después de que unos 60 militares rusos llegaran al mismo con tres vehículos blindados y comenzaran a cavar trincheras. Unas dos horas después llegaron seis helicópteros rusos con otros 60 militares a la localidad de Sterlkovoye.
En un contacto entre ambas partes, los rusos informaron de que se habían desplegado "para evitar atentados terroristas" en una estación de bombeo de gas. "En este momento no hay riesgo de confrontación", según el Servicio de Fronteras ucraniano.
Mientras, desde Simferopol, la capital de Crimea, las nuevas autoridades prorrusas han denunciado un intento de sabotaje contra la estación de bombeo que habría sido impedido por las "fuerzas de autodefensa".
Las instalaciones dejaron el viernes de bombear gas a hospitales y zonas residenciales, siempre según el gobierno crimeo, que asegura que personas vestidas con ropa de camuflaje minaron el lugar y huyeron.
El Ministerio de Defensa anteriormente había confirmado el envío de tropas al istmo de Arbatskaya, en la región de Jerson, y aseguró que las fuerzas ucranianas repelieron la incursión rusa.
La decisión del referéndum es obvia
Los 1,5 millones habitantes de la región ucraniana de Crimea deciden hoy si se escinden de la antigua república soviética y se incorporan a Rusia en un referéndum que ha exacerbado las tensiones entre Kiev y Moscú, y ha desencadenado una de las mayores crisis diplomáticas entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría.
Con miles de tropas rusas no identificadas en la península, las autoridades prorrusas de Crimea han hecho una fuerte campaña en favor de la anexión a Rusia y ha adelantado hasta en dos ocasiones la celebración del plebiscito.
En los centros de votación, desde las 8.00 horas (7.00 hora peninsular española), el goteo de personas ha sido continuo. El resultado del referéndum se espera que sea favorable a la escisión de Ucrania, puesto que una abultada mayoría de la población en Crimea es rusa.