Montoro, Nadal, Soria o Margallo aspiran a ocupar el puesto del ministro de Economía o su Vicepresidencia de nueva creación.
La crisis de Gobierno que no acaba de llegar -y podría no hacerlo-, pero que el PP, lleva siendo "inminente" desde mediados del año pasado, tiene a los conservadores en vilo desde ídem. Aunque el mensaje oficial es de "tranquilidad" y de "nosotros, a lo nuestro", ministros y dirigentes del PP van tomando posiciones y confesando sus aspiraciones a sus entornos más cercanos.
Y es que al margen de que, si finalmente se confirma la candidatura de Miguel Arias Cañete para liderar la lista del PP en las elecciones europeas del 25 de mayo, Mariano Rajoy debería nombrar a su sustituto para el Ministerio de Agricultura, la otra salida del Ejecutivo que en el Partido Popular se da prácticamente por hecha es la del titular de Economía y Competitividad, Luis de Guindos.
El presidente trabaja desde hace tiempo (y lo hizo con especial intensidad en el Congreso del PP Europeo (PPE) en Dublín del 6 y 7 de marzo) por lograr la presidencia del Eurogrupo para nuestro país, un puesto que, en esta ocasión (y por petición expresa de Francia, Italia y España) sería a tiempo completo, lo que obligaría a Luis de Guindos a abandonar el Gobierno, como muy tarde, en diciembre.
Para abrir boca, De Guindos ya fue elegido en enero por los ministros de Finanzas del PPE coordinador del Eurogrupo de la formación con mayor representación en la Eurocámara, lo que en el partido fue interpretado inmediatamente como la "antesala" del liderazgo del grupo de los responsables económicos de los países de la zona euro.
Son tres los ministros (Cristóbal Montoro, Hacienda; José Manuel García-Margallo, Exteriores, y José Manuel Soria, Industria) y un alto cargo que ejerce como tal en la sombra (Álvaro Nadal, jefe de la Oficina Económica del presidente) los más interesados en sustituir a De Guindos al frente del decisivo departamento de Economía, que podría pasar incluso a Vicepresidencia para afrontar la segunda parte de la legislatura, dos años en los que Rajoy y el Gobierno tienen puestas grandes expectativas de salida de la crisis y recuperación.
Por esto, trasladan los conservadores, el puesto de De Guindos -elevado de categoría o no- está tan disputado.