Desde que son los ayuntamientos y no la Comunidad de Madrid quienes sancionan la práctica del botellón, el número de multas ha experimentado un importante aumento. Sólo en la capital se han interpuesto un 280% más que en 2010.
En enero de 2011 la Comunidad transfirió a las administraciones locales las competencias de sanción a quienes incumplan la Ley sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos. Esta ley, que entró en vigor en julio de 2002, prohíbe a los ciudadanos consumir alcohol en las vías públicas a excepción de los lugares autorizados y las fiestas patronales.
Entre los meses de enero y agosto, la Policía Local ha interpuesto más de 64.000 multas solo en la ciudad de Madrid. Las sanciones por hacer botellón pueden llegar hasta los 300 euros, aunque desde el Ayuntamiento aseguran que la mayoría de las multas no se recaudan. Los sancionados suelen acogerse a trabajos de beneficio social, como la cooperación con los servicios de limpieza de las vías públicas o la atención a personas mayores.
El Ayuntamiento de Madrid lleva a cabo una actuación antibotellón desde el año 2002, con la entrada en vigor de la Ley sobre Drogodependencias. Recientemente ha aprobado una Ordenanza contra la Contaminación Acústica y Térmica, que persigue las molestias acústicas del botellón en horario nocturno y cuya sanción puede alcanzar los 300 euros.