El nuevo sistema con el que se calculará la factura eléctrica supondrá para los consumidores un ahorro del 3%, asegura el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que reconoce un sobrecoste por el sistema de subastas.
El nuevo precio de la energía dentro de la tarifa de electricidad de los consumidores domésticos dejará de ser a partir de abril el resultado de una subasta y se calculará a partir de la media del mercado mayorista eléctrico, opool, en el periodo correspondiente al importe facturado, indicaron en fuentes del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Industria calcula que la supresión de las subastas y de su carácter inflacionista permitirá al conjunto de los consumidores con menos de 10 kilovatios (kW) de potencia obtener unos ahorros superiores a 200 millones al año, lo que supone un abaratamiento del recibo eléctrico en una media del 3% a lo largo de un año. El coste de la energía se reducirá entre un 10% y un 11%.
El 1 de abril arrancará el nuevo sistema, que tiene "vocación de permanencia", de modo que los consumidores lo apreciarán a partir de mayo. De esta forma, se acaba no solo con la controvertida subasta Cesur, que en diciembre arrojó un precio de 61,84 euros por megavatio hora (Mwh), sino también con el precio provisional para este primer trimestre, de 48,48 euros.
Con el nuevo modelo desaparecen las coberturas financieras incluidas en esas subastas, que suponían un sobrecoste anual de 300 millones de euros, dado que los consumidores pagarán en cada periodo de facturación exactamente el precio medio del mercado en esas fechas.
Industria lanza este nuevo mecanismo después de reconocer que las subastas Cesur, creadas en 2009, han hecho que los consumidores domésticos paguen 1.160 millones de euros de más por culpa de su efecto inflacionista. El sobrecoste de este "seguro" trimestral fue de 500 millones en 2010, de 250 millones en 2012 y de 210 millones en 2013, "y todo por evitar una fluctuación de dos o tres euros al mes", dicen las fuentes.