El Real Madrid es el primer semifinalista de la Copa del Rey de Málaga tras un triunfo aplastante ante el Herbaife Gran Canaria (83-60).
Su magnífica defensa, la dirección de Sergio Rodríguez y los puntos de Mirotic y Rudy (17 cada uno) le valieron para ganar sin problemas en su estreno y confirmar de paso los pronósticos. El favorito lo es de verdad
El Real Madrid respondió a todo lo que se esperaba de él. No era sencillo. Era el favorito unánime y su puesta en escena fue excelente, a la altura de las expectativas. Arrasó. Su espectacular crecimiento de esta temporada tiene mucho que ver con la defensa. Fue su mejor argumento para minimizar al Gran Canaria.
El equipo de Pedro Martínez se vio descolocado por la defensa blanca, por su velocidad y por sus transiciones rápidas: cuatro contraataques en cinco minutos. El 19-9 al final del primer cuarto, con sólo cuatro canastas amarillas, hablaba del dominio madridista con Mirotic estelar: 11 tantos gracias, en parte, a los pases de Bourousis.
Después salió Sergio Rodríguez, que ha llegado a un status inaudito. Fue aplaudido por gente de todas las aficiones. El MVP oficioso de lo que va de temporada regaló dos 'alley-oops' a Slaughter y a Rudy, y una asistencia más para un triple de Carroll. El Madrid se disparó. Había ganado el encuentro en el segundo cuarto.
Manejaba con comodidad rentas de 16 y 18 puntos con el ritmo que le caracteriza y sin menguar en el rendimiento pese a las rotaciones. A su estilo. A Mirotic le suplió Felipe y todo siguió igual. Martínez lo intentaba todo, pero daba igual. A la buena defensa del Madrid se le añadía una de esas tardes en la que fallas tiros claros, debajo del aro incluso. Se había cerrado para el Gran Canaria. Al descanso (41-20, en el marcador) la valoración era elocuente (62-11). Con ocho canastas convertidas (dos triples, de 16 intentos) y dos tiros libres es imposible ganar al Madrid.
No hubo demasiada miga en el segundo tiempo. El Madrid llegaría a ir ganando por 31 puntos. El Gran Canaria mejoró. No podía ser de otra manera. Se impuso en el tercer cuarto, tuvo algo más de acierto y la presencia imponente de Tavares, confirmado ya como un factor, fue una fantástica noticia para el medio plazo de este equipo. La distancia era insalvable porque no hubo apenas relajación en el equipo de Laso. Mirotic y Rudy parecían picados para ver quién metía más y la defensa, llave de todo, seguía funcionando más o menos bien. El Gran Canaria, que llegó a ponerse a 15 tantos, había aseado algo su imagen y el Madrid se presentaba en semifinales confirmando su supremacía.