Durante la comparecencia de la Infanta Cristina ninguna persona accedera al interior del edificio judicial con móviles, tabletas, ordenadores portátiles o cualquier otro dispositivo apto para la captación de imágenes o sonidos.
"Esta medida es de aplicación absolutamente a todos aquellos que, por razones justificadas por supuesto, accedan al edificio", con la "sola excepción", precisa, de los funcionarios adscritos al servicio de guardia o de la Clínica Médico Forense, que sí podrán introducir estos aparatos.
El titular del Juzgado de Instrucción número 3 atribuye esta decisión a la necesidad de asegurar que ninguna grabación, ni de imagen ni sonido, se obtenga "fuera de los cauces habilitados para ello".
El juez asevera que no se entregará copia de la grabación a ninguna de las partes, aunque sí su transcripción cuando sea recogida por escrito. Según la providencia que ha establecido esta medida, los dispositivos deberán ser depositados en el control de entrada cuyos funcionarios introducirán en bolsas adecuadas.
Se trata de una medida que el instructor ha adoptado en la misma resolución en la que acuerda que la declaración de la hija del Rey se registre en audio y no en vídeo, tal y como solicitase la defensa de la Duquesa de Palma, y en contra de lo cual se posicionaron el sindicato Manos Limpias y Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin al frente del Instituto Nóos.
El magistrado aclara, para aquellos que le acusan de trato preferencial, que esta petición "perfectamente" hubiera sido atendida si la hubiera interesado cualquier otra parte del proceso judicial.