El tenista español David Ferrer no falló a su cita con los octavos de final del Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada, después de firmar una sólida y rápida victoria en tres sets (6-2, 7-6, 6-2) ante el francés Jeremy Chardy.
El encuentro tenía un tinte peligroso para el de Jávea, tercer favorito en Melbourne Park, por la complicación de su rival, cuartofinalista el año pasado y cuyo mejor tenis es en pista rápida, y por el calor, pero se deshizo de ambas en un gran ejercicio de poco más de dos horas.
'Ferru' hizo gala de su resistencia y de su mentalidad, salvando un momento muy complicado en el segundo parcial, que el galo tuvo en la mano y que quizás podría haber cambiado el devenir del partido.
El alicantino tiró de su irreductible carácter para acabar con las esperanzas de Chardy y luego poner la directa por decimoquinta ocasión consecutiva a los octavos de final de un 'grande', donde le espera el alemán Florian Mayer.